Con el nacimiento de Cristina y mi
incorporación al trabajo hemos vuelto a usar el fular a diario.
Recuerdo que con Sara siempre me había gustado usarlo, sobre todo
cuando era muy pequeña porque íbamos muy contentas las dos. Ahora
con Cristina estoy volviendo a experimentar esa misma sensación de
intimidad.
Me gusta descubrir las caras que nos
miran, abuelas nostálgicas que sin reparos miran y se acercan hasta
sacar una sonrisa a mi pequeña. Señoras que se sorprenden y me
preguntan “pero que llevas ahí ¿un bebé?”. Jovencitas
con instinto maternal u hormonas alteradas que se ríen con timidez y
miran poniendo a continuación cara de “¡Es un bebé...!”,
incluso se atreven a sacar el móvil y fotografiarnos sin vergüenza.
Madre e hija que observándome con la niña en el fular se preguntan
si irá ahí bien la criatura, ante estas situaciónes le pregunto
siempre a Cristina que me mira bien cerquita de mi corazón y esconde
su mirada tímida entre mis pechos o sino a Sara que siempre quiere
cambiarse por Cristina si le damos la opción. Pero lo que más me
está gustando es ver a los hombres también enternecidos, un día
volvió la cara un heavy metal con cueros que asomó una sonrisa
entre sus pelos largos.
¡Mira...!¡Mira...!¡Mira...!
oigo a mi alrededor con mi niña cerquita, es precioso, Cristina y yo
vamos provocando ternura por doquier.
¡Qué preciosa experiencia! Y qué gran manera de contarla. Me ha encantado. <3
ResponderEliminarNo podrías haberlo explicado mejor, a mi me encanta cuando voy al centro comercial y al pasar veo como a la gente le cambia la cara y sonríe con ternura. Siento haber descubierto el porteo con mi segundo bebé y no haber disfrutado de ese momento de intimidad con mi otra pequeña.
ResponderEliminarJeje, a nosotros también nos miran a nuestro paso.
ResponderEliminarMe gustaría ponerme en contacto contigo pero no encuentro tu mail, podías decírmelo?
construyendounafamilia@gmail.com
Hola !! :))
ResponderEliminarMe encanta vuestro blog, que acabo de descubrir por Alejandro Busto, Psicólogo, a través de un comentario en su blog sobre "El perro verde: una nueva forma de paternidad. Yo misma escribo un Blog de Psicología Perinatal, y me gusta mucho cuando compruebo los padres que son una muestra de esta forma diferente de ejercer su paternidad. Son ejemplos de que el cambio es posible, y un modelo emocional para sus hijos, de crianza compartida en la pareja de padres, de apoyo y sostén a la maternidad por creencia personal de que así es como quieren, desean y necesitan llevarla a cabo.
Sí, ternura, mucha ternura en concreto me hace sentir la foto que has colgado, tan preciosa. Mamá y su bebé en calma, tan agustito la una con la otra.
Un abrazo, gracias por compartir tu vivencia del porteo, de esta forma de vivir tu maternidad.