viernes, 17 de septiembre de 2010

La necesidad de ser porteado

Gracias al blog de Monitos y Risas he llegado a un artículo de Sleepywrap.com traducido por kangura.com, con el título “La exterogestación y la necesidad de ser llevado”.


De nuevo tengo la sensación de que en la sociedad y el tiempo actual, tan preocupados estamos por la comodidad y los avances tecnológicos, que nos alejamos mucho de la naturaleza, de lo instintivo, incluso de nuestra realidad antropológica.


Os animo a leer el artículo mencionado pero, debido a su extensión, voy a hacer aquí una reseña de los puntos que me han parecido más importantes o llamativos:



  • “Al igual que un canguro, los bebés humanos nacen también inmaduros, […] siendo más desvalidos que las crías de cualquier otra especie”; por ello “deben pasar por un período distinto de la gestación fuera del útero (exterogestación), […] que no es sólo una cuestión sentimental, sino una cuestión con un impacto profundo en el desarrollo físico, emocional y psicológico del niño”.

  • “El bebé humano nace usualmente 266,5 días después de la concepción debido a su cabeza grande y al rápido crecimiento de su cerebro que tiene lugar durante los últimos tres meses en el útero. […] El patrón que sería normal para completar la mitad del tamaño del cerebro adulto no es posible […]. Así, a pesar de que el bebé no ha madurado suficientemente, nace.”

  • “En 1944 Portmann fue el primero en sugerir que para que un recién nacido humano alcanzara el estado de desarrollo de un mono recién nacido, la gestación total sería de alrededor de 21 meses. Kovacs la situó entre los 18 y los 20 meses. Bostok informó de que la gestación ideal para un ser humano recién nacido sería cuando la locomoción cuadrúpeda (movimiento en cuatro patas) comienza, lo que significaría el gateo para el bebé humano, siendo capaz de escapar de un peligro por sus propios medios. Lo que es interesante es que el tiempo promedio que lleva a un bebé a gatear, o para que la gestación exterior finalice en términos de Bostok, es de 266 días y medio después de su nacimiento-exactamente el mismo tiempo que la gestación en el vientre! (Montagu, 1986, 54).

  • Los simios “nacen con un promedio del 50% de su cerebro adulto mientras que los humanos nacen con sólo el 25%. La maduración que otros mamíferos completan antes del nacimiento, el ser humano deberá realizarla después del nacimiento. Para que un bebé humano alcanzara la mitad de su tamaño del cerebro adulto tardaría unos 18 meses de gestación (Trevathan, 144). Curiosamente, éste es precisamente el período de tiempo en que los bebés empiezan a moverse por sus propios medios y se arrastran. Tanto el gateo como el logro de 50% del tamaño del cerebro adulto indican que la gestación exterior se completa aproximadamente nueve meses después del nacimiento.”

  • A pesar de todo, tiene algunas ventajas haber nacido en una fase temprana de desarrollo cerebral. En realidad, es adaptativo nacer en una etapa más subdesarrollada porque el mundo proporciona todos los días información sensorial más diversa que el ambiente cerrado del útero materno. "Las ventajas del nacer temprano en el ciclo de gestación incluyen una mayor plasticidad y una exposición precoz a los estímulos ambientales importantes para el aprendizaje" (Trevathan, 149).

  • “A pesar de que los bebés simios maduran más rápido que los bebés humanos, todavía permanecen en continuo contacto con sus madres durante un período prolongado de tiempo, normalmente hasta que finaliza la lactancia, con un promedio de duración de tres años o más. […] La lactancia y la proximidad a la madre durante tres años o más pueden ser la norma en la mayor parte del mundo, pero ciertamente no es la norma en Occidente o en los países anglosajones.


  • “No sólo el bebé necesita a su madre, ambos se necesitan mutuamente. Después del esfuerzo del proceso del nacimiento la madre se tranquiliza con la sensación de fuerza y plenitud cuando sostiene a su bebé cerca de su pecho. El bebé se siente reconfortado por el tacto de su madre, el calor de su cuerpo y la seguridad de ser acunado en los brazos de ella.”

  • “Cuando el bebé es llevado en brazos de su madre un niño consigue un lugar seguro desde el que ver el mundo. […] Cada abrazo, cada apretón, cada beso y caricia le da la estimulación táctil. Con su cuerpo pegado al de su madre, gana en propiocepción -una toma de conciencia de su propio cuerpo y el lugar que ocupa su cuerpo en el espacio. Consigue la estimulación auditiva con la explicación amable de su madre, susurros y canciones cantadas especialmente para él. Cuando es llevado el movimiento y el balanceo rítmico de su cuerpo estimula su sistema vestibular, su sentido del equilibrio y una sensación de seguridad en el espacio. Recibe la estimulación olfativa con el olor de su madre, y la estimulación gustativa de la lactancia con el sabor cambiante de la leche de su madre. Tiene una gran vista al ser llevado en posición vertical y tiene el privilegio de una gran estimulación visual que le permite ver el mundo. Incluso recibe estimulación kinestésica cuando la madre lo cambia de posición al llevarlo.



A nosotros nos regalaron un fular largo con el que llevamos a Sara desde su primer mes de vida, y pudimos comprobar que se sentía cómoda y segura en brazos de papá y mamá, quedándose casi siempre plácidamente dormida. Además, permite una libertad de movimientos que también el bebé agradece.


Y tú, ¿disfrutas llevando a tu bebé en brazos? ¿Conoces los fulares, mei-tais, bandoleras, pouch...?


Puedes encontrar mucha información en Internet, comenzando por la Red Canguro, y muchos videos, destacando los de Marsupina.

1 comentario:

  1. Hola Carlos!

    Muy buen blog!! enhorabuena por el y por tu preciosa niña!!

    En cuanto disponga de un ratito me pongo al dia con tus post antiguos...

    Y respecto a los portabebés, yo llegué tarde a ellos, pero desde junio disfruto mucho llevando a David en un Mei hip. Si tengo otro bebé no dudaré en usarlos desde el primer dia!!

    Saludos.

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