Los niños también tienen derechos.

El pasado 20 N vi a Soraya Saenz de Santamaría en el balcón de Génova celebrando la victoria de su partido, pensé yo, cual ha sido mi sorpresa cuando al día siguiente Carlos me dice que ha renunciado a la baja por maternidad con el fin de estar presente en el traspaso de poderes del gobierno. Me he ido a buscar noticias y tras leer el adn me he indignado pues defiende por medio de lo que dicen colectivos feministas que la baja por maternidad es un derecho, por supuesto, que cada mujer es libre de tomarse o no en función de sus propias circunstancias vitales o simplemente de sus deseos, vienen a decir desde estas asociaciones. Más de la mitad de las españolas percibe la maternidad como un obstáculo.

Esta elección de Soraya me parece que en ningún momento tiene en cuenta los derechos del niño (que, por cierto, el mismo 20 N se celebraba su día internacional):

2.- El niño gozará de una protección especial y dispondrá de oportunidades y servicios, dispensado todo ello por la ley y por otros medios, para que pueda desarrollarse física, mental, moral, espiritual y socialmente en forma saludable y normal, así como en condiciones de libertad y dignidad. Al promulgar leyes con este fin, la consideración fundamental a que se atenderá será el interés superior del niño.

6.- El niño, para el pleno y armonioso desarrollo de su personalidad, necesita amor y comprensión. Siempre que sea posible, deberá crecer al amparo y bajo la responsabilidad de sus padres y, en todo caso, en un ambiente de afecto y de seguridad moral y material; salvo circunstancias excepcionales, no deberá separarse al niño de corta edad de su madre. La sociedad y las autoridades públicas tendrán la obligación de cuidar especialmente los niños sin familia o que carezcan de subsistencia. (...)

7.- El interés superior del niño debe ser el principio rector de quienes tienen la responsabilidad de su educación y orientación; dicha responsabilidad incumbe, en primer término, a sus padres. (…) las autoridades públicas se esforzarán por promover el goce de este derecho.

Soraya ha perdido dos importantes oportunidades con esta decisión:

Una, la de cuidar y disfrutar de la crianza de su bebé, de su primer hijo, un momento irrepetible que a muchas mamás nos ha hecho cambiar.

Dos, la de dar ejemplo, desde el puesto público que ocupa, y demostrar que la vida familiar no va a condicionar, en España, la vida laboral de la mujer.

Esta situación me ha entristecido porque en ningún momento se piensa en qué es mejor para el bebé. ¿Cuándo va a llegar el día en el que un polític@ defienda los derechos de los niños?