viernes, 14 de mayo de 2010

Bracitos, mamitis y mimos

Desde que nació mi pequeña he estado pensando mucho en esas expresiones que había oído muchas veces dirigidas a otros y que ahora me han estado llegando a mí: “se va a acostumbrar a los bracitos”, “que mamitis tiene esta nena”, etc. Estas expresiones antes no me afectaban cuando no iban dirigidas a mí o incluso cuando yo las decía, ahora me hacen reflexionar.

A mi hija la he cogido y la cojo mucho en brazos, tanto como quiera ella y pueda yo, y desde que nació no me ha dado por pensar si se iba a acostumbrar a los brazos o no, sólo me ha importado estar tranquilas las dos, ahora veo que para mí eso es lo importante. También he dejado que muchas personas cercanas hayan disfrutado de tener a Sara en sus brazos, quedando Sara contenta.

También pienso mucho en los padres y madres de hace 1000 años, si ellos no tenían carritos supongo que las mamás llevarían a sus bebés cogidos todo el día, en casa cuando los bebés estuvieran despiertos, cuando ellas quisieran salir a la compra o a los campos, eran éstas, seguro, unas perfectas mamás canguro, y cierto es que no serían criticadas por llevar todo el día a sus bebés en brazos.

Otras de las cosas que estoy aprendiendo es que es mejor no juzgar ni opinar hasta que tú hayas tenido esa experiencia. Lo digo porque yo no entendía por qué algunas mamás no eran capaces de aplicar el Duérmete niño que según “todo el mundo” era un método tan básico en el sueño del bebé. Y ahora que mi niña duerme toda la noche y que no hemos aplicado dicho método me cuesta entender los motivos para hacerlo.

El otro día hablando con mi prima me contó que su segunda hija, que acaba de ser princesa destronada por otra princesa, estaba despierta en el salón a las diez de la noche mientras sus otros dos hermanos dormían desde hacía ya un rato, y me alegré por esta pequeña mediana que está recibiendo “exceso de mimos” en estos duros momento de destrone que está viviendo.

No me da miedo coger a mi hija, y le discuto a cualquiera que me quiera quitar la idea. ¿Qué niño no correría a los brazos de su madre o de su padre al ver a un desconocido que le quiere “atrapar”? Pues así es como se siente mi nena al ver a desconocidos y no son bracitos ni mamitis, son más bien mieditos o huiditis.

2 comentarios:

  1. Siento no estar de acuerdo con la generalidad de tu artículo. Como bien dices, la experiencia es lo único que nos debe servir, pero la experiencia propia y la ajena, también, si confiamos en nuestra gente cercana y en que los demás también pueden tener razón. Así, podrás darte cuenta de que cada hijo es completamente distinto del anterior... o no. Y que las herramientas educativas (que no los criterios)que valen con uno pueden no valer con el otro... o sí. Asegurar como axioma que coger a tu hija en todo momento y circunstancia y "mimarla" independientemente de otros condicionamientos o factores me parece una opinión fundamentalista, sobre todo en la manera en que lo expresas en tu último párrafo, y se puede volver en tu contra en cualquier momento. Y, desde luego, no pretendo quitarte idea alguna, pero sí mostrarte que hay otrras posibilidades y hacer constar que la experiencia es un proceso que requiere tiempo, tiempo y tiempo... Y, por supuesto, saber ver en cada momento lo que mi/s hijo/s necesita/n, desde una visión más amplia e integral. En mi opinión, tan equivocado es no entender por qué alguien no aplica el duérmete niño antes de tu experiencia como madre, como no entender por qué sí, tras tu experiencia en que no lo has contemplado, por los motivos que hayas tenido. Piénsalo. Y, sobre todo, piensa en que no puedes juzgar que el que lo ha aplicado es cruel o quiere a su hijo menos que tú a Sara. El solamente cuestionaros estos aspectos, cosa que muy pocos padres hacen, desde luego es algo ya muy positivo. Felicidades por la inquietud.

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  2. Gracias, Roberto, por compartir tu opinión; creo que eres el primer padre que lo hace en nuestro blog.

    Estoy de acuerdo en la importancia de la experiencia, la propia y la ajena, por eso mostramos en este blog con ilusión nuestras recientes vivencias, y te invitamos, y a ti a todos los lectores, a que así lo hagan (no sólo por nosotros, que podemos hablarlo, sino por la gente que pueda llegar a leer los artículos).

    Por otra parte, me cuesta entender que califiques como "fundamentalista" utilizar el cariño, el contacto y la cercanía como medio de atención a los niños, que es lo que entiendo yo del texto (además de que el término me parece un poco fuerte).

    Por último, el no entender lo desconocido (sobre el Duérmete niño) no lo puedes considerar una equivocación, simplemente es un hecho. Si quieres puedes juzgar la intencionalidad en aplicarlo o conocerlo, pero eso intentaremos comentarlo en otro artículo. Por cierto, que tampoco en el artículo se juzga como "cruel", eso lo has añadido tú.

    Y que cuando quieras podemos seguir debatiendo, sobre este o sobre otros temas, que sin duda tenemos mucho que aprender.

    Un saludo.

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